Tener un equipo multidisciplinario con los conocimientos actuales en el seguimiento para los pacientes con cáncer infantil es vital para la sobrevida.El Cardiólogo pediatría, es actualmente una pieza clave tanto para el tratamiento, así como para la sobrevida en estos pacientes.
Los recientes avances en oncología pediatría mantienen una tasa de sobreviva de hasta un 85% en países desarrollados. (1)
El corazón es afectado por tratamiento oncológico, ya sea quimioterapia o Radioterapia, por lo que se tiene que mantener una evaluación, tanto para reconocer los factores de riesgo asociados y las complicaciones en el sistema cardiovascular. Mientras que anteriores estudios han asociado la cardiotoxicidad en niños tratados con antraciclinas, agentes alquilantes, radiación e inhibidores de puntos de control inmunológico, así como las nuevas terapias emergentes, con consecuencias potencialmente dañinas para el sistema cardiovascular, por lo tanto, las implicaciones de la disfunción cardiovascular relacionada con el tratamiento del cáncer siguen siendo completamente dilucidado (2,3).
Se estima que el 50% de los supervivientes de cáncer infantil albergan algún grado de disfunción cardiovascular subclínica, afectando el crecimiento y maduración del corazón, lo que conlleva a tener evaluaciones constantes y protocolizadas.
Having a multidisciplinary team with current expertise in the follow-up of patients with childhood cancer is vital for survival. The pediatric cardiologist is currently a key player in both the treatment and survival of these patients.
Recent advances in pediatric oncology maintain a survival rate of up to 85% in developed countries. (1)
The heart is affected by cancer treatment, whether chemotherapy or radiotherapy, so ongoing assessment is essential to recognize associated risk factors and complications for the cardiovascular system. While previous studies have associated cardiotoxicity in children treated with anthracyclines, alkylating agents, radiation, and immune checkpoint inhibitors, as well as new emerging therapies, with potentially harmful consequences for the cardiovascular system, the implications of cancer treatment-related cardiovascular dysfunction remain to be fully elucidated (2,3). It is estimated that 50% of childhood cancer survivors have some degree of subclinical cardiovascular dysfunction, affecting heart growth and maturation, which requires ongoing, routine evaluations.