Con gran emoción y un profundo sentido de gratitud, me dirijo a ustedes en este número final como miembro editora de nuestra querida revista Archivos Dominicanos de Pediatría y Adolescencia (ADOPA), órgano oficial de difusión científica de la Sociedad Dominicana de Pediatría. A lo largo de estos dos años de gestión, hemos recorrido un camino lleno de desafíos y aprendizajes, que han enriquecido no solo nuestro conocimiento, sino también nuestra pasión por la pediatría.
Desde el inicio, he tenido el privilegio de trabajar con un excelente equipo de profesionales y colaboradores que han compartido su tiempo, esfuerzo y sabiduría con generosidad y dedicación. Las investigaciones publicadas, han contribuido al avance de la pediatría nacional y más allá de nuestras fronteras. Las colaboraciones con instituciones académicas, hospitales y centros de investigación han sido fundamentales para el éxito.
Hoy terminan mis labores, pero mi espíritu seguirá siempre ligado a esta revista y a la noble causa de la salud de los niños y los adolescentes dominicanos. Estoy convencida de que el equipo editorial continuará con el legado que juntos hemos construido, llevando la revista a nuevas alturas y afrontando con valentía los retos de un mundo en constante cambio.
Deseo expresar mi más sincero agradecimiento a cada uno de ustedes: autores, revisores, lectores y miembros del comité editorial, han sido el motor que ha impulsado esta hermosa labor. A los editores, les deseo éxito y sabiduría en su misión de seguir fortaleciendo nuestra revista, ya en el camino para dar el próximo paso: el proceso de indexación.
Concluyo esta editorial no como un adiós, sino como un hasta pronto. Estoy segura de que nuestros destinos se cruzarán nuevamente, unidos siempre por el amor a la pediatría y el compromiso con la ciencia y la salud de la niñez y adolescencia nacional.
Con gratitud y esperanza,
Rosa Margarita Acevedo Saladín